¿Quién te sostiene?

Observemos este simpático niño, ¿qué hace? ¿cómo se va sintiendo? ¿qué está aprendiendo de la mano de su padre?

Las primeras comunidades cristianas querían explicar cómo vivían la cercanía de Jesús resucitado aún muchos años después de su muerte, por eso redactan este texto que habla de sentirse amados, apoyados, habitados…  por una fuerza (Espíritu) que les llena de paz, así cientos de años más tarde podemos vivir su misma experiencia y sentirnos como ese niño jugando con su padre en el tobogán.

«Dijo Jesús a sus discípulos: El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en él. […] Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy…» (Jn 14, 23-29)

Share Button