Nos sentamos cómodamente en la silla, apoyamos los pies en el suelo, las manos sobre las piernas y la cabeza erguida, como si un globo que flotara sobre ella, tirase de la cabeza suavemente hacia arriba.
¿Estás listo?
Inspira suavemente para que el aire llegue hasta el vientre.
Inspira en 1, 2, 3 y 4 y lentamente suelta en 1, 2, 3 y 4.
Coge aire otra vez en 1, 2, 3 y 4 y suelta en 1, 2, 3 y 4.
Ahora cierra los ojos con suavidad, inspira profundamente y suelta el aire poco a poco.
https://www.youtube.com/watch?v=zd4qEnBJ0ts
Vamos a hacer un viaje a un lugar lejano…
Eres un niño, una niña que está en un bosque. Te gusta caminar por él. Hay muchos árboles, animales diferentes, flores…
Andas y andas pero ya… te encuentras cansado… el agua y la comida se te han acabado, todavía te queda una linterna y algún juguete pero claro, así no tienes ganas de jugar.
Sigues andando y cuando ya no sabes qué hacer, llegas a una aldea con un montón de casas.
En esa aldea viven muchas personas de color más oscuro.
Al verte les llamas la atención porque tu piel es más blanquita.
Un grupo de niños se acerca a ti. Sin darte cuenta te habían cogido de la mano y llevado a su escuela.
Su colegio es más pequeño que el tuyo y no tiene tantas cosas.
Es la hora de comer y te invitan a sentarte con ellos. Te dan un plato con arroz y un vaso de agua.
¡Qué bien con la sed que tengo, pensaste!
Cada uno ha puesto en tu plato una cucharada de arroz para que puedas comer. ¡Vaya!
De repente todos se ponen a aplaudir: hoy es un día especial y tienen unos dulces también.
¡Qué contentos de comerlos y de poder compartirlos contigo!
Después de comer, juegas y hablas con tus nuevos amigos. Pasas un rato estupendo.
Y piensas: ¡Qué bien que me encontrara con gente tan buena y acogedora!
¡Me siento seguro con ellos!
Ahora se acercan unas mamás y papás porque quieren ayudarte a volver con tu familia.
¡Claro, tenías que volver a casa!
¡Qué historia más bonita para contar en el colegio cuando vuelva!
Ahora ya tranquilo escucha la música
(Se deja tiempo con la música para reflexionar)
Realiza una inspiración profunda y suelta el aire lentamente. Inspira y suelta en 1, 2, 3, 4.
Poco a poco, cada uno a su ritmo y sin prisas, abre los ojos.
Para compartir:
– ¿Cómo me he sentido al encontrarme con gente desconocida y que me dieran todo lo que tenían?
– Si me encuentro yo a alguien diferente, ¿hago lo mismo? ¿le ofrezco mi casa o mi colegio y mi comida?