Intentando pagar lo que es justo

Un empresario contrata a un grupo de expertos para una implantación de software específico en sus empresas por 90.000 € al año, proporcionándoles además el equipo de desarrollo que necesitarán y que posteriormente se quedarán. El contrato finalizó por fin de obra a los diez meses y el empresario les pagó 72.500 €. ¿En cuánto estaba valorado el equipo?