Ayúdame a ser fuerte

Nunca es sencillo saber si un artista está siendo auténtico y sincero ante una cámara, incluso ante este aparente “robado” en que Lady Gaga se desmorona, se muestra débil y abre su alma. Aceptemos que no es un montaje y veamos qué nos sugiere:

¿Os sorprende algo? ¿Os imaginabais esta fragilidad? Es muy consciente de su debilidad,  pero la supera y saca toda su fuerza. ¿Qué la hace afrontar las dificultades?.

Finalmente reza, ¿Por qué lo hará?. Y vosotros ¿Rezáis? ¿Por qué?

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Nos han regalado todo un planeta, cuidémoslo

¿Cual es el lugar más bello que conoces? ¿Y el animal que más aprecias? ¿Recuerdas algún paisaje o entorno especial?

Pero, ¿Sientes que el planeta es un regalo? ¿Sientes que tienes la responsabilidad de cuidarlo?

Hoy celebramos el día mundial del medio ambiente, todo el planeta unido en una misma preocupación, en un mismo sueño, cuidar el mejor regalo que nos han hecho, la vida.

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BIENVENIDO A CASA

Impresionante anuncio para entender el problema de los refugiados y nuestra postura como europeos. ¿Cómo te hace sentir? ¿Qué les pasa a estas personas?

¿Entiendes los argumentos de los aduaneros? ¿Estás de acuerdo con ellos? ¿Los has usado u oído en alguna ocasión?  ¿Cómo titularías tú el video?

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Regala un cumplido

¿Cual de estos cumplidos te gustaría que te dijeran? Seguro que te mereces varios, ¡cógelos! y seguro que conoces gente que también se los merece… ¿por que no se lo dices? Elige una persona para cada cumplido y trata de decírselo o hacérselo sentir a lo largo del fin de semana.

 

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en ti hay una OBRA DE ARTE

ERES PRECIOS@, UNA AUTÉNTICA OBRA MAESTRA !!!

¿Qué hace falta para poder sacar la obra de arte? (lluvia de ideas)

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Puedo abrazar a mi enemigo

Esta canción explica como cambian las cosas cuando un realmente cree en su resurrección. (elige un dibujo o una frase que exprese mejor lo que quiere decir la cantante y la comentamos)

  Yo creo en tu resurrección porque puedo amar, puedo reír
 puedo abrazar mi mayor enemigo y mirarlo en Ti
  Yo creo en tu Resurrección porque tengo paz en el corazón
 porque puedo entregarme a pesar de todo éste dolor
  yo creo en tu resurrección porque soy feliz junto a Ti
 porque me amas tanto que hasta moriste por mí
  Yo creo en tu resurrección porque puedo amar
 porque tengo tanto, tanto, tanto para entregar.

 Yo creo que Tu Señor vivirás en mí
 yo creo que tu, Señor vencerás en mi
 yo creo que Tú, Señor, morarás en mi
 para siempre, para siempre, Señor.
  Yo creo en tu resurrección porque ni el dolor, ni Propio error
 ninguna angustia podrá separarme de tu amor.
  Yo creo en tu resurrección porque todo lo puedo con tu amor
 porque sé que cuidas de mi vida mejor que yo.
  Yo Creo en tu resurrección porque puedo amar
 porque puedo entregarme a pesar de todo éste dolor.
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“Si dices caíste, yo digo me levanto”.

Los niños y niñas de la planta de Oncología del Hospital Sant Joan de Déu, y los profesionales y voluntarios que les acompañan en el centro, cantan junto a Macaco la canción «Seguiremos», un mensaje de esperanza para concienciar sobre la importancia de la investigación en la lucha contra el cáncer infantil, y la necesidad de no rendirse.
– ¿Alguna vez has deseado tirar la toalla? ¿Qué hiciste finalmente?
– ¿Cuántas veces te has caído? ¿Qué te ayuda a levantarte?
 

 

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Necesito poco y lo poco que necesito… lo necesito poco

Será porque tres de mis más queridos amigos se han enfrentado inesperadamente estas Navidades a enfermedades gravísimas. O porque, por suerte para mí, mi compañero es un hombre que no posee nada material pero tiene el corazón y la cabeza más sanos que he conocido y cada día aprendo de él algo valioso. O tal vez porque, a estas alturas de mi existencia, he vivido ya las suficientes horas buenas y horas malas como para empezar a colocar las cosas en su sitio. Será, quizá, porque algún bendito ángel de la sabiduría ha pasado por aquí cerca y ha dejado llegar una bocanada de su aliento hasta mí. El caso es que tengo la sensación –al menos la sensación – de que empiezo a entender un poco de qué va esto llamado vida.

Casi nada de lo que creemos que es importante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero, más allá de lo imprescindible para vivir con dignidad. Paso de las coronas de laureles y de los halagos sucios. Igual que paso del fango de la envidia, de la maledicencia y el juicio ajeno. Aparto a los quejumbrosos y malhumorados, a los egoístas y ambiciosos que aspiran a reposar en tumbas llenas de honores y cuentas bancarias, sobre las que nadie derramará una sola lágrima en la que quepa una partícula minúscula de pena verdadera. Detesto los coches de lujo que ensucian el mundo, los abrigos de pieles arrancadas de un cuerpo tibio y palpitante, las joyas fabricadas sobre las penalidades de hombres esclavos que padecen en las minas de esmeraldas y de oro a cambio de un pedazo de pan.

Rechazo el cinismo de una sociedad que sólo piensa en su propio bienestar y se desentiende del malestar de los otros, a base del cual construye su derroche. Y a los malditos indiferentes que nunca se meten en líos. Señalo con el dedo a los hipócritas que depositan una moneda en las huchas de las misiones pero no comparten la mesa con un inmigrante. A los que te aplauden cuando eres reina y te abandonan cuando te salen pústulas. A los que creen que sólo es importante tener y exhibir en lugar de sentir, pensar y ser.

Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura de mi amor y la gloriosa compañía de mis amigos. Unas cuantas carcajadas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de los cristales y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer patatas cocidas y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.

También quiero, eso sí, mantener la libertad y el espíritu crítico por los que pago con gusto todo el precio que haya que pagar. Quiero toda la serenidad para sobrellevar el dolor y toda la alegría para disfrutar de lo bueno. Un instante de belleza a diario. Echar desesperadamente de menos a los que tengan que irse porque tuve la suerte de haberlos tenido a mi lado. No estar jamás de vuelta de nada. Seguir llorando cada vez que algo lo merezca, pero no quejarme de ninguna tontería. No convertirme nunca, nunca, en una mujer amargada, pase lo que pase. Y que el día en que me toque esfumarme, un puñadito de personas piensen que valió la pena que yo anduviera un rato por aquí. Sólo quiero eso. Casi nada o todo

Artículo publicado en La Vanguardia, escrito por la periodista Ángeles Caso

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ELIGE TU MANERA DE AMAR

10 maneras de amar

La Biblia tiene su propio modo de explicar en que consiste amar, la forma más radical es “amar hasta dar la vida” por los demás (incluso por aquellos que te la están quitando) como es el caso de Jesús, que puso el listón “un poco alto”.

Aquí tienes otras 10 posibles “maneras de amar”:
1. ¿Qué te parecen?
2. ¿Cuál crees que merece la pena?
3. ¿Alguna te parece una locura, absurda, de tontos…? (es lo que tiene)
4. Elegir un color para máxima del día.

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UN MENSAJE DE APOYO

Médicos Sin Fronteras hizo una campaña pidiendo  que se mandaran palabras de ánimo y apoyo a las mujeres embarazadas VIH-positivas de Tsholotsho, Zimbabue.

La respuesta ha sido impresionante: ¡hemos recibido más de 4000 mensajes online y a través de correo postal!

¿Queréis saber cómo los han recibido? ¡No os perdáis este vídeo!

MSF trabaja en Tsholotsho desde el 2004, proporcionando tratamiento para la prevención de la transmisión del virus del sida de madre a hijo, haciendo posible que más de 10.000 niños nazcan sanos cada año.

Felicidades a todos los que se comprometen por los demás, aunque sea con un sencillo mensaje.

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