HAZLO DE TODAS FORMAS

A menudo la gente es irrazonable, ilógica y egocéntrica.
Perdónalos de todas formas.

Si eres amable, la gente puede acusarte de egoísta o de tener segundas intenciones.
Sé amable de todas formas.

Si eres exitoso, ganarás algunos falsos amigos y algunos verdaderos enemigos.
Ten éxito de todas formas.

Si eres honesto y franco, la gente puede engañarte.
Sé honesto y franco de todas formas.

Lo que tardas años en construir, alguien puede destruirlo en un instante.
Construye de todas formas.

Si encuentras serenidad y felicidad, pueden tener celos.
Sé feliz de todas formas.

El bien que haces hoy, a menudo será olvidado mañana.
Haz el bien de todas formas.

Da al mundo lo mejor que tienes y puede que jamás sea suficiente.
Da al mundo lo mejor que tengas, de todas formas.

Verás, el análisis final es entre tú y Dios;
nunca será entre tú y ellos, de todas formas.

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TU FE TE HA SALVADO

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HARA como si a mi me pasara

MAR2 “Contemplar un relato del Ev.”

SINTONÍA mar2

Contemplar una relato del Ev.

 

MODALIDAD  Visualización – contemplación

MÚSICA Yiruma

GUIÓN

Esta vez os invito a profundizar, gracias a una visualización, en un texto del Evangelio. Te resultará familiar, se trata de escucharlo e imaginarnos cada uno la escena a nuestra manera, como si pasáramos por allí. Para ello nos preparamos con la “postura básica” y escuchamos el relato con cuatro breves paradas.

TEXTO

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna.

(Imagínale, tirado, expulsado de la ciudad, mendigando,  cegado…)

Al oír que era Jesús Nazareno empezó a gritar:

-¡Hijo de David, ten compasión de mí!

Muchos le regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:

-¡Hijo de David, ten compasión de mí!

(Imagina su sus gritos, las protestas de la gente…)

Jesús se detuvo y dijo:

-Llámenlo.

Llamaron al ciego diciéndole:

-¡Ánimo! Levántate, que te llama.

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

(Imagina ahora su esperanza, el salto, los pasos a ciegas hacia Jesús…)

Jesús le dijo:

-¿Qué quieres que haga por ti?

El ciego le contestó:

-Maestro, que pueda ver.

Jesús le dijo:

-Anda, tu fe te ha curado.

Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

(Repite interiormente el diálogo “¿Qué quieres? Quiero… “  ¿Tú que le pedirías? Hazlo…

y observa su transformación, ¡puede ver y caminando sigue a Jesús!

 

Anotamos      EVALUACIÓN HARA

¿Qué “cegueras” pueden paralizarme hoy? ¿Cómo me he imaginado el relato? Algo que quiera recordar.

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CON CABEZA, CORAJE Y CORAZÓN

«Me critican mucho… pero todo eso negativo»

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