Todo es posible

El Evangelio de ayer nos cuenta algo que le pasó a Jesús después de hablar a la gente:

«Al oír esto, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron  fuera del pueblo hasta un barranco del monte en donde se alzaba su pueblo, con  intención de despeñarlo. Pero Jesús se abrió paso entre ellos y se alejaba.» (Lc 4, 26-30)

Su mensaje hermoso, pero exigente y nada cómodo para algunos. Aun así Él sigue adelante.

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