Mi ángel está conmigo…

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Nos sentamos cómodamente en la silla, apoyamos los pies en el suelo, las manos sobre las piernas y la cabeza erguida, como si un globo que flotara sobre ella, tirase de la cabeza suavemente hacia arriba.

¿Estamos listos?

Inspiramos suavemente para que el aire llegue hasta el vientre.
Inspiramos en 1, 2, 3, 4. Lentamente soltamos en 1, 2, 3, 4.
Cogemos aire otra vez en 1, 2, 3, 4 y soltamos en 1, 2 ,3 ,4.

Ahora cerramos los ojos con suavidad, inspiramos profundamente y ssoltamos el aire poco a poco.

Ya llevamos unas semanas de curso, y algunas cosas han cambiado.
Algunos de nosotros hemos conocido a los nuevos profesores, nuevos compañeros, una nueva clase…, otras cosas siguen igual.

Este nuevo curso también nos sentimos acompañados.
Un año más, nuestro ángel está a nuestro lado.
Nos da mucha paz sentir que nos acompaña y saber que todo el curso va a estar a nuestro lado, ayudándonos, protegiéndonos…

Ahora junto a él, escuchamos esta música, la sentimos, la respiramos…

https://www.youtube.com/watch?v=Yi0tKEtRE3Q

(Se deja la música un ratito.
En los cursos más bajos menos rato y los mayores pueden estar más rato escuchándola y en silencio).

Sentimos su presencia. Está a nuestro lado y nos dice:
“Estoy a tu lado, junto a ti, para lo que necesites”.

Respiramos profundamente varias veces y lentamente, abrimos los ojos.

Compartimos:
¿Siento que soy cuidado por mi ángel?

¿Cuándo lo noto más cerca de mí?

 

Seamos acogedores

Oración del papa Francisco por los migrantes y refugiados

Jesús:
que llevemos esperanza,
para que donde haya oscuridad pongamos tu luz,
y donde haya tristeza pongamos tu alegría.

Jesús:
que aprendamos de ti a ser justos,
para que nadie se sienta excluido entre nosotros
y aprendamos a vivir como hermanos.

Jesús:
que no seamos egoístas sino generosos.
que sepamos acoger al que es diferente
en especial a las personas que deben dejar su país
para buscar una vida mejor.

Jesús:
que seamos acogedores
con los migrantes y los refugiados
y aprendamos lo bonito que es
vivir como hermanos y hermanas. Amén.

 

El valle de los sueños

Hoy, día 26 de septiembre, es el “Día Internacional para la Eliminación de las Armas Nucleares”…
Pidiendo la PAZ en todo el mundo, en especial en Ucrania, leemos hoy este cuento…

Cuentan que en el llamado valle de los sueños hace mucho, mucho tiempo hubo una gran disputa. En aquel tiempo de conflicto, el valle era conocido como el valle del miedo.

En este antiguo valle del miedo vivían dos tribus muy antiguas. En la parte oriental del valle, cerca del lago se asentaba la tribu de los hombres y mujeres azules y en el otro lado del valle, justo al lado del bosque se establecía la tribu de los hombres y mujeres verdes.

En un principio ambas tribus vivían, sin molestarse, cada una en su extremo del valle, no se relacionaban unos con otros, puesto que no estaba bien visto. Siempre había sido así y sin saber porque los hombres y mujeres azules desconfiaban de los verdes, creían que eran malvados y los hombres y mujeres verdes no confiaban en los azules, pensaban que eran maliciosos. Pero se respetaban y no se molestaban.

Ocurrió un día de invierno, cuando el jefe de la tribu de los hombres y mujeres azules, decidió que como el lago estaba en su territorio, aquellas personas de la otra tribu que quisieran agua debían hacer un pago por la misma. Enseguida la jefa de la tribu de los hombres y mujeres verdes decidió que como el bosque estaba en su territorio, cuando alguna de las personas de la otra tribu quisiera madera debería pagar por ésta.

De este modo comenzó la disputa, pasaron varios meses durante los cuales, ambos jefes aumentaron la cantidad a pagar por el agua y por la madera. Con estos excesivos pagos los habitantes de ambas tribus fueron empobreciéndose. Cada vez eran más pobres y aunque había mucha cantidad de agua y de madera, estos bienes eran escasos en las casas. El odio fue creciendo entre ambas tribus.

Los hombres y mujeres azules no tenían madera para calentarse y los hombres y mujeres verdes no disponían de agua. En esta situación comenzaron los robos de agua y de madera. La situación era más tensa cada día que pasaba y una mañana estallo un conflicto. Personas de ambas tribus se agruparon para luchar contra los malvados y malignos de la tribu contraria para tener el poder de todos los recursos del valle.

Así comenzó una batalla sin sentido, ya que había agua y madera de sobra para todos. Las luchas duraron varios años, el bosque se estaba muriendo y el agua se ensuciaba porque nadie se ocupaba de ellos. Fueron varios los muertos y muchos los heridos.

Por suerte los niños y niñas de ambas tribus fueron enviados a otros territorios hasta que se solucionara el conflicto. Fue así como en un lugar lejano, el hijo de la jefa de la tribu de los verdes, conoció a la hija del jefe de la tribu de los azules. Los dos niños se hicieron muy muy amigos. Estaban muy contentos, ellos que no entendían de hombres y mujeres verdes y azules, ellos que no entendían los conflictos, porque los dos vivían en el mismo valle.

Cuando crecieron y regresaron a su valle, éste estaba muy cambiado. Apenas había agua, ni tampoco madera. Las luchas continuaban y las personas eran cada vez más pobres e infelices. Y lo peor de todo no podían ser amigos, sus padres les habían negado verse. Pero ellos que eran muy amigos decidieron verse a escondidas.

En sus encuentros a escondidas lejos del valle, idearon un plan para cambiar la situación. Poco a poco cada uno de ellos fue trayendo a jóvenes de su tribu y todos juntos fueron planeando la reconstrucción del valle.

Una tarde, cuando ya todas las personas mayores estaban agotadas a causa del conflicto, todos los jóvenes de ambas tribus se reunieron en el centro del valle, pidieron a todos que les escucharan y les explicaron su plan para reconstruir el valle. Todos estaban muy sorprendidos porque la solución que planteaban era unir sus esfuerzos por lograr la paz y devolver la vida a su valle.

Aunque no estaban muy convencidos decidieron seguir el plan, porque estaban agotados. Enseguida pudieron darse cuenta de que las personas de la otra tribu no eran malvadas, pero es que nunca se habían preocupado por hablarse, ni siquiera antes de los conflictos. Descubrieron también que lo mejor para todos era colaborar y convivir.

De este modo, poquito a poco y con mucho esfuerzo, reconstruyeron el valle. El gran lago volvió a tener agua limpia y el bosque crecía. Desde entonces el valle fue conocido como el valle de los sueños y sus habitantes, los hombres y mujeres de ambas tribus convivieron unidos y en paz.

En la misma mesa

Jesús, en el evangelio de este domingo, cuenta la parábola de un hombre muy rico, con un corazón cerrado a quienes necesitaban de su ayuda…

Este domingo, 25 de septiembre, es la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.
Jesús nos pide que todos, los que hemos nacido aquí y los que vienen de fuera, podamos sentarnos en la misma mesa, como hermanos.

Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico (Lc 16)

Estás a mi lado…

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Nos sentamos cómodamente en la silla, apoyamos los pies en el suelo, las manos sobre las piernas y la cabeza erguida, como si un globo que flotara sobre ella, tirase de la cabeza suavemente hacia arriba.

¿Estás listo?

Inspira suavemente para que el aire llegue hasta el vientre. Inspira, 1, 2, 3, 4.
Lentamente suelta en 1, 2, 3, 4.
Coge aire otra vez en 1, 2, 3, 4 y suelta 1, 2 ,3 ,4.

Ahora cierra los ojos con suavidad, inspira profundamente y suelta el aire poco a poco.

Llevamos ya unas semanas de clase.
Nuestra clase nos gusta y nos sentimos bien en ella.

Ahora, imagina que vas andando por un sendero rodeado de bonitos árboles.
Hace sol y en el camino encuentras un banco.
Te sientas un ratito. Se está muy bien.

Escucha la música, y mientras la escuchas, respira lentamente…

https://www.youtube.com/watch?v=iCN9uF53S6Y

Inspira, 1, 2, 3, 4. Lentamente suelta en 1, 2, 3, 4.
Coge aire otra vez en 1, 2, 3, 4 y suelta 1, 2 ,3 ,4.

Escuchas unos pasos y… es uno de tus compañeros.
Se sienta en el banco a tu lado.
Te hace un gesto (te da la mano, o un abrazo, o te coge del hombro…)

Está a tu lado y se queda un ratito contigo. Estáis muy contentos los dos de estar juntos.
Te sientes en paz y contento de estar acompañado.

(Se deja la música un ratito.)

Después de este ratito, respira profundamente varias veces y lentamente, a tu ritmo, abre los ojos.

Compartimos:
¿Qué es lo que más te ha gustado?
¿Cómo te has sentido?.

 

Los niños queremos la PAZ

El año 1981 la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) eligió el 21 de septiembre como el Día Internacional de la Paz.
Este año recordamos y hacemos una oración por todas las personas que sufren la guerra en Ucrania, en especial por todos los niños y niñas que no tienen escuela, que han perdido a sus padres, que han tenido que dejar su país…

Cerramos los ojos y hacemos un ratito de silencio y oración…
Luego veremos el video…

(MINUTO DE SILENCIO CON LOS OJOS CERRADOS)

Stelios Kerasidis es un niño griego de 9 años. Toca el piano y ha creado esta música para pedir que pare la guerra.