Un derroche de amor…

Estando Jesús en Betania, en casa de Simón, el leproso, sentado a la mesa, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro, de nardo puro; quebró el frasco y se lo derramó en la cabeza.
Algunos comentaban indignados:
– ¿A qué viene este derroche de perfume? Se podía haber vendido por más de trescientos denarios para dárselo a los pobres
. (Mc 14)

Este es un trocito del Evangelio de este domingo próximo. Es el Domingo de Ramos y con él se inicia la Semana Santa.
Viviremos unos días especiales en los que recordamos el “derroche de amor” de Jesús, que dio su vida por nosotros.
En el texto que hemos leído también vemos un “derroche de amor” de una mujer, que derrama en la cabeza de Jesús un perfume carísimo…

Además recordamos que ayer, 21 de marzo, es el Día Mundial del Síndrome de Down.
Hoy queremos recordar a todas las personas Down, a sus familias, a quienes les cuidan y acompañan, a sus educadores,… porque cada uno de ellos también son un “derroche de amor”.

Vamos a hacer un gesto: nos ponemos las dos manos abiertas sobre nuestro corazón y permanecemos así un minuto en silencio (recordando a alguna persona Down o pidiendo que nosotros sepamos ser hoy un pequeño “derroche de amor”).

Mis manos: un regalo

 

LOGO HARA

Hoy, como cada jueves, nos toca hacer una máxima un poco más especial.
¿Estás listo?

Música de ambientación para el ejercicio de hoy

Antes de comenzar, siéntate en la postura HARA:
Espalda recta, bien apoyada en el respaldo de la silla.
Pies en contacto con el suelo.
Manos sobre la mesa o sobre los muslos, como prefieras.
Cabeza recta, como si un hilo invisible tirara de ella.

Mantén los ojos abiertos y escucha atentamente las instrucciones.

Extiende las manos sobre la mesa, a la distancia suficiente para que puedas observarlas con detalle.

Hoy te invitamos a «redescubrir» tus manos.
A detenerte a mirarlas y prestar atención a cada rincón de ellas.
(Pausa)

Tómate tu tiempo para observar, con la calma que genera la música de fondo, cada línea, cada forma.

(Damos tiempo para observar, siguiendo, a partir de ahora, con mucha calma)

Los nudillos. Las uñas.
(Pausa)

Revisa cada detalle, aquello que las hace especiales y únicas.
(Pausa)

Mira detenidamente tanto la palma como el dorso.
(Pausa)

Comprueba el tacto: si están suaves o, por el contrario, algo ásperas.
(Pausa)

Presta atención a las sensaciones: si están frías porque acabas de llegar del exterior, o si, por el contrario, están calientes.
(Pausa)

Tus manos, así, tal y como son, son un auténtico regalo.
(Pausa)

Te permiten escribir, trabajar o descubrir.
(Pausa)

Con tus manos cuidas, abrazas, creas lazos, acaricias, ayudas, sujetas a quien no puede,…
(Pausa)

Tus manos pueden servir para hacer lo bueno o, por el contrario, para destruirlo.
(Pausa)

¿Para qué quieres usarlas tú?

Levanta tu mirada y reflexiona sobre lo que acabas de observar.

Compartimos:
¿Has descubierto algo en lo que nunca antes te habías fijado?
¿Cómo quieres usar tus manos?

Para hoy:
Toma conciencia de lo importantes que son tus manos.
Hoy presta atención a cómo y para qué las usas.

 

Un mensaje de esperanza

El 20 de marzo se celebra el Día Internacional de la Felicidad.
Es una fecha simbólica para conmemorar la importancia que tiene la felicidad en el desarrollo y bienestar de todos los seres humanos.
Este día representa una excelente oportunidad para lanzar un mensaje de esperanza y solidaridad a todas aquellas personas que sufren a consecuencia de las guerras, el hambre y la desigualdad.

Vemos el vídeo y compartimos:
¿Qué es lo que a mí me hace más feliz?

Cambia tu mirada

Para acercarnos a los demás y ser capaces de dedicarles tiempo, es necesario preparar nuestro corazón y esforzarnos en conocerlos.
No podemos
conformarnos con lo que vemos a primera vista.
Si cambiamos nuestra mirada y somos capaces de acercarnos con confianza y cariño a los demás, nos llevaremos grandes sorpresas.
El tiempo de Cuaresma es la oportunidad perfecta para cuidar la forma en que miramos a los demás.

EL PAQUETE DE GALLETAS

Había una vez una señora que debía realizar un largo viaje en tren. Cuando llegó a la estación, le informaron de que su tren se retrasaría aproximadamente una hora. Un poco fastidiada, se compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua. Buscó un banco cerca del andén y se sentó preparada para la espera.

Mientras ojeaba la revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un diario. De pronto, sin decir ni una sola palabra, el joven estiró la mano, cogió el paquete de galletas, lo abrió y comenzó a comer. La señora se molestó un poco; no quería ser grosera, pero tampoco hacer como que nada había pasado. Así que, con un gesto exagerado, cogió el paquete, sacó una galleta y se la comió mirando fijamente al joven.

Como respuesta, el joven cogió otra galleta y, mirando a la señora a los ojos y sonriendo, se la llevó a la boca. Ya enfadada, ella cogió otra galleta y, con gestos de fastidio, se la comió mirándolo fijamente.

El diálogo de miradas y sonrisas continuó entre galleta y galleta. La señora estaba cada vez más molesta, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, ella se dio cuenta de que sólo quedaba una galleta y, mientras observaba atentamente al chico, pensó que no podría ser tan caradura como para coger la última galleta.

Entonces, con mucha calma, el joven alargó la mano, cogió la galleta y la partió en dos. Con un gesto amable, le ofreció la mitad a su compañera de banco.

– ¡Gracias! -dijo ella cogiendo bruscamente el trozo de galleta.

– De nada -contestó el joven sonriendo mientras comía su mitad.

En ese momento el tren anunció su salida. La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón. Desde la ventanilla, vio al muchacho todavía sentado en el andén y pensó:
– “¡Qué atrevido y maleducado! ¡Qué será de nuestro mundo con jóvenes así!”.

De pronto, sintió la boca reseca por el disgusto. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se quedó inmóvil cuando encontró allí su paquete de galletas intacto.

Para compartir:
¿Por qué la señora se quedó sorprendida al encontrar el paquete de galletas en su bolso?
¿Cuál fue la actitud del chico? ¿Y la actitud de la señora?

Y para vivir hoy:
Podrías acércate a alguien con quien no suelas hablar, a alguien a quien no conozcas muy bien…
Intenta ver algo bueno de él o de ella.

Siémbrate, crece y comparte

“Os aseguro, que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo;
pero si muere, da mucho fruto. (Jn 12)

Este domingo celebraremos el quinto y último domingo de Cuaresma.
Por ello, hoy nos gustaría invitaros a comenzar la mañana observando la siguiente imagen:

Al igual que hizo él, Jesús nos invita a mejorar y compartir
Es una buena manera de prepararnos para la PASCUA.
Cuidemos nuestro corazón y que sepamos compartir lo bueno que llevamos en él.

 

 

Cuidarme para cuidar

LOGO HARA

MODALIDAD: «ME CUIDO»

Durante estos días hemos hablado de la importancia de cuidar a los demás, pero…¿puedo cuidar a los demás sin cuidarme a mí?
¿Me comporto de la misma forma con los demás cuando me encuentro bien que cuando me encuentro mal?
Hoy vamos a dedicar la máxima a cuidarnos, a disfrutar de un momento para nosotros que nos ayude a mejorar nuestra forma de relacionarnos y cuidar a los demás.

Hoy, como cada jueves, nos toca hacer una máxima HARA. ¿Estás listo?

(Música de ambientación para el ejercicio de hoy)

Antes de comenzar, siéntate en la postura HARA:
Espalda recta, bien apoyada en el respaldo de la silla.
Pies en contacto con el suelo.
Manos sobre la mesa o sobre los muslos, como prefieras.
Cabeza recta, como si un hilo invisible tirara de ella.

Cierra los ojos. Coge aire y suéltalo despacio. Repítelo las veces que necesites hasta que notes que estás tranquilizándote y concentrándote en el aquí y el ahora.

Abrazo consciente

Te invito a extender tus brazos.
(Pausa)

A continuación, crúzalos poniendo el brazo derecho por encima del izquierdo y abrázate.
(Pausa)

Disfruta de ese abrazo que hoy te das a ti mismo para comenzar el día.
(Pausa)

Puedes acariciar tus brazos, puedes estrecharte, o simplemente quedarte quieto escuchando de una forma más profunda tu respiración.
(Pausa)

Ahora tendremos unos instantes de silencio para que cada uno disfrute de su propio abrazo.
(Pausa)

Sin prisa, despídete de ese abrazo y comienza a deshacerlo hasta recuperar la postura HARA.
(Pausa)

Finalmente, coge aire y suéltalo una vez más…
(Pausa).

Cuando estés listo, abre los ojos de nuevo para comenzar este nuevo día lleno de oportunidades.

Para compartir:
¿Cómo me has sentido?
¿Qué es lo que más me ha gustado?

Una invitación:
Hoy, al acostarte, repite este ejercicio…

 

 

Mi persona favorita

Hoy comenzamos la mañana con una canción del dúo Río Roma: “Mi persona favorita”.
Nos recuerda la importancia de valorar el tiempo que las personas pasan a nuestro lado.
“Cada minuto a tu lado es genial”

Después de escucharla podemos compartir:
¿Tengo «personas favoritas»?
¿Por qué son «personas favoritas» para mí?

Y un RETO para hoy:
Di a esa persona especial cuánto la quieres…
Puedes decírselo directamente, demostrárselo con un gesto, un detalle…

 

 

Formas de decir “te quiero”

En este tiempo de Cuaresma, os invitamos a pensar diferentes formas de decir «te quiero».
Decir “te quiero” es una forma de CUIDAR de quienes nos rodean.

Durante un ratito vamos a observar estas dos viñetas:

Después podemos compartir:
¿Te ves tú en estas viñetas?
¿Cómo puedes decir “te quiero” a las personas que tienes cerca (familia, amigos, compañeros,…)?

 

 

 

 

 

 

Formas de decir “te quiero”

 

En este tiempo de Cuaresma, os invitamos a pensar diferentes formas de decir «te quiero».
Decir “te quiero” es una forma de CUIDAR de quienes nos rodean.

Durante un ratito vamos a observar estas dos viñetas:

Después podemos compartir:
¿Te ves tú en estas viñetas?
¿Cómo puedes decir “te quiero” a las personas que tienes cerca (familia, amigos, compañeros,…)?

 

 

 

 

 

 

«Maite zaitut» esateko moduak

Garizumako garai honetan, «maite zaitut» esateko modu ezberdinak pentsatzera gonbidatzen zaituztegu.
«Maite zaitut» esatea inguratzen gaituztenak ZAINTZEKO modu bat da.

Tarte batean, bi bineta hauek ikusiko ditugu:

Ondoren, honako hauek parteka ditzakegu:
Ikusten al duzu zeure burua bineta hauetan?
Nola esan diezaiekezu «maite zaitut» gertu dituzun pertsonei (familia, lagunak, lankideak…)?

 

 

 

 

 

 

«Maite zaitut» esateko moduak

Garizumako garai honetan, «maite zaitut» esateko modu ezberdinak pentsatzera gonbidatzen zaituztegu.
«Maite zaitut» esatea inguratzen gaituztenak ZAINTZEKO modu bat da.

Tarte batean, bi bineta hauek ikusiko ditugu:

Ondoren, honako hauek parteka ditzakegu:
Ikusten al duzu zeure burua bineta hauetan?
Nola esan diezaiekezu «maite zaitut» gertu dituzun pertsonei (familia, lagunak, lankideak…)?

Personas que marcan

Hoy comenzaremos la mañana de la mano de un cuento que nos dará pistas sobre lo que supone CUIDAR a los que nos rodean durante este tiempo de Cuaresma.
Cada persona con la que compartimos tiempo nos deja huella, nos marca.
Bárbara y su abuelo, los protagonistas del cuento de hoy, nos descubren todo lo que podemos aprender acompañando y siendo acompañados.

LAS ARRUGAS DE LA VIDA

La primera vez que Bárbara se fijo en las abundantes arrugas de su abuelo fue en un día soleado de otoño. Tenía todo su cuerpo lleno de arrugas.
– Abuelo, deberías darte la crema de mamá para las arrugas.

El abuelo sonrió, y un montón de arrugas aparecieron en su cara.
– ¿Lo ves? Tienes demasiadas arrugas – dijo Bárbara.


– Ya lo sé, Bárbara. Es que soy un poco viejo… He vivido mucho y la vida me ha enseñado muchas cosas. Por eso no quiero perder ni una sola de ellas. Debajo de cada arruga guardo el recuerdo de algo que aprendí, de algo que me ha enseñado la vida.

A Bárbara se le abrieron los ojos como si hubiera descubierto un tesoro, y así los mantuvo mientras el abuelo le explicaba alguno de sus recuerdos: uno en la que guardaba el día que aprendió que era mejor perdonar que guardar rencor; aquel otro que decía que escuchar es mejor que hablar; ese otro que mostraba que es más importante dar que recibir… y así otras muchas lecciones de la vida.

Desde aquel día, a Bárbara su abuelo le parecía cada vez más guapo. Con cada arruga que aparecía en su rostro, la niña acudía corriendo para ver qué nueva lección había aprendido. Hasta que en una de aquellas charlas fue su abuelo quien descubrió una pequeña arruga en el cuello de la niña:
– ¿Y tú? ¿Qué lección guardas ahí?

Bárbara se quedó pensando un momento. Luego sonrió y dijo:
– Que no importa lo anciano que llegues a ser, abuelo, porque… ¡TE QUIERO!

Así es como Bárbara descubrió lo importante que es aprender de todo lo que nos sucede en la vida.

Para compartir:
¿Esta conversación me recuerda a alguna que he tenido yo?
¿Qué aprendí o qué me descubrió esa persona?