Dios quiere estar junto a nosotros, muy cerca, quedarse a nuestro lado. Ese es el mensaje de la Navidad. Pero quiere estar A SU MANERA, no como nosotros hubiéramos esperado de un Dios que se precie. El Dios que nos cuenta el Evangelio es así: débil, llorón, ignorante…  necesitado de unos buenos padres que le enseñen, de pastores que le acompañen, de magos que le regalen.

Solo algunos signos, que para muchos pueden pasar desapercibidos, nos indicarán que Dios ha nacido, que está ahí: pobreza, ternura, esperanza, alegría, debilidad, agradecimiento…

FELIZ NAVIDAD, UNA NAVIDAD COMO NADIE HUBIERA IMAGINADO JAMÁS