Empezamos la semana con un cuento: “La tortuga Tula”
La tortuga llamada Tula siempre había querido probar las flores dulces que crecían en la copa del gran árbol del bosque. Pero como era lenta y el árbol muy alto, nunca lograba llegar. Un día, un colibrí llamado Coco la vio intentando alcanzar las flores y decidió ayudarla.
—Tula —le dijo Coco—, yo puedo volar rápido, pero tú tienes algo que yo no: paciencia. Si subes poco a poco, con calma y sin prisa, seguro que podrás llegar.
Tula empezó a subir despacio, paso a paso, sin desesperarse. Cuando se cansaba, descansaba un rato. Coco la animaba desde arriba. Al final, Tula llegó a la copa del árbol y disfrutó del dulce aroma y sabor de las flores. Descubrió que la paciencia y la perseverancia hacen posible lo que parece difícil. Desde entonces, Tula y Coco fueron grandes amigos, y juntos aprendieron que la paciencia vale la pena.
Ahora podemos compartir algún momento, de este curso que estamos a punto de terminar, en el que hemos tenido paciencia y ha valido la pena…