Alabado seas, mi Señor

El sábado pasado, día 4 de octubre, celebramos la fiesta de san Francisco de Asís, patrono de los animales y del medio ambiente.
Francisco nació en una familia rica, pero un encuentro con Jesús, siendo joven, cambió su vida para siempre.
Cierto día, cuando Francisco rezaba en una pequeña iglesia abandonada y en ruinas, oyó la voz de Jesús que le dijo: “Francisco, repara mi Iglesia”.
Jesús no le pedía solo arreglar aquella iglesia, sino vivir cuidando de los últimos y de la naturaleza.
Muchos siguieron a Francisco y ahí nacieron los Franciscanos y las Clarisas.
Una de las oraciones más conocidas de Francisco es su “Cántico de las criaturas”, que nos enseña a querer y cuidar de nuestra Madre Tierra.

 1-3 Primaria

 

4-6 Primaria

Escuchamos el “Cántico de las criaturas” y miramos la letra para fijarnos en lo que escribió san Francisco.

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
tan sólo tú eres digno de toda bendición,
y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
y en especial loado por el hermano sol,
que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor,
y lleva por los cielos noticia de su autor.

Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
y las estrellas claras, que tu poder creó,
tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
y brillan en los cielos: ¡loado, mi Señor!

Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
que es útil, casta, humilde: ¡loado mi Señor!
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
y es fuerte, hermoso, alegre: ¡loado mi Señor!

Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
la hermana madre tierra, que da en toda ocasión
las hierbas y los frutos y flores de color,
y nos sustenta y rige: ¡loado mi Señor!

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
los males corporales y la tribulación:
¡felices los que sufren en paz con el dolor,
porque les llega el tiempo de la consolación!

Y por la hermana muerte: ¡loado mi Señor!
Ningún viviente escapa a su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios!

¡No probarán la muerte de la condenación!
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor.