“Dios Sólo llena el alma y la llena toda”. Juan María

Este domingo es el último del Año Litúrgico. Se celebra la fiesta de Jesús, Rey del Universo. El próximo domingo comenzamos en Adviento (la preparación a la Navidad).

Así nos cuenta el Evangelio de la eucaristía de este domingo, lo que Jesús le dice a Pilato:

Jesús le contestó:
«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo:
«Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
(Jn 18)

Las marionetas de este vídeo nos cuentan que sucede cuando Jesús es nuestro rey:

 

Unidos

LOGO HARA

«Mientras ESTEMOS unidos, seremos fuertes». Juan María

HARA MODALIDAD «GESTOS CON VALOR»

Hoy, como cada jueves, os invitamos a comenzar la mañana de la mano de la máxima HARA, una herramienta muy potente para soñar y dar forma a una mejor versión de nosotros mismos.

Con las palabras de hoy, Juan María nos invita a trabajar unidos, como un equipo.
Por ello, la máxima de hoy nos regalará un momento de grupo que nos ayudará a valorar lo importante que es cuidar la unión, esforzarse cada día por estar unidos como clase.

Nos ayudamos de la música:
https://www.youtube.com/watch?v=DIvewN35QT4

Nos levantamos y colocamos en un gran círculo.

Nos cogemos de las manos y cerramos los ojos, concentrados en la música.

A continuación, intentamos hacer un par de respiraciones juntos, en silencio, intentando calmarnos como grupo.

Nos visualizamos y sentimos como un grupo unido en sus diferencias, conectado, con un objetivo común.
(Dejar un ratito…)

Ahora, despacio, abrimos los ojos y, al abrirlos, sin utilizar ninguna palabra, recorremos con nuestra mirada el círculo, observando a cada uno de los compañeros que forman parte de esta clase única e irrepetible.
Si nuestra mirada coincide con alguien, podemos hacer un gesto o sonreír, dando los «buenos días» de una forma más tranquila y especial.

Deshacemos el círculo y nos sentamos de nuevo, listos para dar comienzo a un nuevo día.

Para compartir:
¿Cómo me he sentido?
¿Cómo podemos cuidar los lazos que nos unen como grupo?

 

«¡Cómo deseo que seáis felices!». Juan María

Hoy, los Hermanos y Laicos Menesianos, los profesores, alumnos y familias, seguimos manteniendo vivo el sueño de Juan María y escribiendo la historia de las escuelas que él quería.

Este mes de noviembre estamos recordando palabras de Juan María, intentando acercarnos un poquito más a él.
Sus frases nos ayudan a conocer mejor su forma de ser, sus deseos o sus ideas.
Como dice la máxima de hoy, Juan María deseaba que los alumnos de sus colegios fueran felices.

Las escuelas menesianas nacieron para dar respuesta a las necesidades que Juan María vio en los niños de su época: niños que no iban a la escuela, a los que les rodeaba la pobreza y la violencia.

Hoy celebramos el Día Internacional de los Derechos de la Infancia.
Por eso, hoy tenemos especialmente presentes a todos aquellos niños y niñas que siguen sin poder ir a la escuela, están siendo explotados, son víctimas de guerras o no tienen un hogar en el que poder estar a salvo.

Juan María defendió los derechos de los niños y nosotros, desde nuestros colegios, debemos cuidarlos y asegurarnos de que se cumplan, no dejando a ningún niño o niña atrás.

Este vídeo de UNICEF nos ayudará a entender la importancia de poder aprender, de ir a la escuela:

 

 

“En estas escuelas se forma a la persona entera”. Juan María

Hoy nos unimos en oración alumnos y profesores para dar gracias por el sueño de Juan María, fundador de los Menesianos.
Gracias a él podemos estudiar en este colegio, crecer, prepararnos para ser buenas personas y ayudar a que el mundo sea un poco mejor…

Vamos a hacer juntos esta ORACIÓN: “Gracias, Jesús”

Gracias, Jesús
porque me has dado la capacidad
y el deseo de aprender.

Ayúdame a entrenar
mi voluntad y mi inteligencia,
mis ganas de aprender,
y mis deseos de ser mejor.

Gracias, Jesús
por las destrezas que me has regalado
para formarme bien
y así poder servir mejor cuando sea mayor.

Cuenta conmigo, Jesús,
para ayudar a que otros puedan aprender mejor.
Cuenta conmigo para hacer que este mundo
sea un poco mejor…
más justo, más solidario, con más paz.

Aquí estoy, Jesús.
¡Cuenta conmigo!

 

«Sembrad buenas ideas, dadles tiempo y cuidadlas». Juan María

El COMPROMISO no es tarea de un día, sino que se demuestra todos los días mediante la constancia, el esfuerzo y la dedicación.

Si nos implicamos en casa, con nuestra familia, lo hacemos mediante rutinas o hábitos diarios.
Si apreciamos a nuestros amigos, procuramos demostrárselo cada día.
Si nos preocupan nuestros estudios, trabajamos y nos esforzamos diariamente.
Si practicamos un deporte, entrenamos con constancia.

¿Qué pasaría en cualquiera de estas situaciones si no dedicarais tiempo y esfuerzo diarios?
Hoy os invitamos a descubrir un cuento que habla de la importancia de ser constante y paciente, de dedicar tiempo y cuidado diario a lo que nos importa

LOS POZOS

Un hombre acababa de comprar un terreno en el que le aseguraron que había mucha agua subterránea. En cuanto consiguió todas las herramientas necesarias se puso a cavar un pozo para ver si la encontraba.

Estuvo trabajando durante todo el día e hizo un agujero de más de cinco metros de profundidad, pero no consiguió encontrar agua. Cansado y decepcionado, pensó que igual se había equivocado de lugar, así que decidió volver a intentarlo unos metros más a la izquierda al día siguiente.

Y así fue, a la mañana siguiente volvió de nuevo a su terreno y empezó a cavar y a cavar en un lugar distinto, pero cuando ya llevaba unos cinco metros de profundidad se desesperó al ver que tampoco salía agua. Fue en ese momento cuando comenzó a pensar que le habían engañado, que en aquel terreno no había agua. Aun así, decidió volver a intentarlo al día siguiente.

En esta ocasión se alejó bastante de los primeros agujeros, y probó suerte justo en uno de los extremos del terreno. Estuvo cavando toda la mañana. Esta vez llegó a los cinco metros y continuó uno más, pero nada, no había agua.

Fueron pasando los días y estuvo probando lo mismo durante casi un mes, pero finalmente decidió abandonar.
– ¡Me han engañado! -se lamentaba-. Aquí no hay agua ni nada, he sido víctima de una estafa.

Tras pensarlo durante unos días tomó la decisión de vender el terreno.

Después de un año, volvió de nuevo por el lugar para comprobar cómo le iba a la persona a la que había vendido la tierra, y se sorprendió al ver a un hombre sacando agua de un precioso pozo que había construido junto a una pequeña cabaña.

– Vaya -le dijo al nuevo propietario-, al final conseguiste sacar agua. No me imagino la de pozos que habrás tenido que hacer para encontrarla, porque yo probé con más de diez agujeros y nada de nada. ¡Y eso que cada agujero era de cinco o seis metros!

– Bueno, en realidad, yo solo hice un agujero.

– ¿Qué? ¡¿Cómo es posible?!

– Lo que pasa es que yo continué cavando siempre en el mismo lugar, y cuando llegué a los diez metros de profundidad encontré el agua.

Para compartir:
Si fueras el protagonista de la historia, ¿qué habrías hecho tú?
¿Qué podemos aprender de esta historia?

 

“Hay que leer y releer con cariño el Evangelio”. Juan María

“Aprended de esta parábola de la higuera: cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca;
pues cuando veáis vosotros que esto sucede, sabed que el reino de Dios está cerca, a la puerta.” Mc 13

Hoy vamos a escuchar una canción en la que los niños cuentan cómo es el reino de Dios.
¡Atentos a lo que Dios trae a nuestro corazón!

Después podemos comentar qué es lo que más nos ha gustado…

«Apoyémonos en Dios Solo». Juan María

LOGO HARA

HARA MODALIDAD: «Apertura a la Trascendencia»

Si podemos, preparamos una vela, una candela,… para encender cuando se indica

Hoy, como cada jueves, os invitamos a comenzar la mañana de la mano de la máxima HARA, que nos ayuda a soñar y sacar lo mejor de nosotros mismos.
Hoy nos unimos a la cadena de oración que se está haciendo en las Escuelas Católicas, para unirnos a los afectados por las riadas de los días pasados.

https://www.youtube.com/watch?v=d4xpF80BbFQ

Antes de comenzar, prepararemos nuestra clase bajando las luces y encendiendo una vela.

Nos sentamos en la postura HARA:
– Espalda recta, bien apoyada en el respaldo de la silla.
– Pies en contacto con el suelo.
– Manos sobre la mesa o sobre los muslos, como prefieras.
– Cabeza recta, como si un hilo invisible tirara de ella…

Cierra los ojos y presta atención a tu respiración. No tengas prisa.
Fíjate en cómo tu cuerpo coge aire y, poco a poco, lo suelta.
Con la respiración tranquila nota cómo te vas tranquilizando.

Una frase que Juan María decía mucho a sus Hermanos es: Apoyémonos en Dios Solo”
En los momentos de dificultad, cuando lo pasamos mal… Juan María nos invita a confiar en Dios, nuestro Padre, que nos quiere.

Con calma y respetando este ambiente de oración, abre los ojos para observar esta imagen.
Fíjate en cada detalle:

Cierra los ojos de nuevo y di en tu corazón:
Por favor, Señor, acoge con amor a los que han fallecido,
cuida de las personas que lo han perdido todo
y gracias por todos los que ayudan a quienes más necesitan…

Poco a poco vamos abriendo los ojos y moviéndonos un poco en la silla..

Para compartir:
¿Cómo me he sentido al ver estas imágenes?

 

«Una obra difícil no se improvisa». Juan María

La historia de hoy es una historia real, una historia que habla del origen de los colegios menesianos, una historia protagonizada por alguien que conocía la importancia del verbo SOÑAR, una historia que habla un corazón grande y mucho ánimo, para superar las dificultades.

Vemos un el vídeo y después podemos compartir:
¿Qué me ha gustado más de esta historia de Juan María?
¿En qué me ayuda hoy a mí?

«Abrid los oídos del corazón». Juan María

La música nos une a los demás.
Y esta canción nos une a todas las personas del Cole este año: «Hecho con tus sueños».
Nos une a ellos en este mensaje de ilusión y esperanza.

Hoy, como nos plantea Juan María en la máxima, os proponemos «abrir los oídos del corazón»; es decir, no solo os invitamos a escuchar la canción y prestar atención a la letra…
¿Nos atrevemos a cantarla juntos, como clase, a vivirla y a sentirla, escuchando incluso cómo otras clases la cantan?.

 

«El amor enseña todas las cosas». Juan María

Juan María no tenía dudas: «El amor enseña todas las cosas”.
Tratando a las personas desde el cariño y la empatía conseguimos mucho más que sembrando envidia, rencor u odio. Es más, el cuidado aparece cuando tratamos a los demás desde el amor, no desde el odio.
El cuento de hoy nos habla de esta idea de una forma muy clara.
¡Que lo disfrutéis!

“Un niño en el Gran Cañón”

Cuentan que una vez un niño fue llevado por su padre al Gran Cañón, en Arizona. Estando dentro, en lo profundo del lugar, el niño gritó al aire:
– ¡Imbécil!

Y el eco resonó: «Imbécil… imbécil… imbécil…».

El niño volvió a gritar:
– ¡Tonto!

Y el eco resonó: «Tonto… tonto… tonto…».

El niño, enfadado, gritó:
– ¡Estúpido!

Y nuevamente el eco resonó: «Estúpido… estúpido… estúpido…».

El niño, muy enfurecido y triste, se abrazó a su padre. Este, con calma, le dijo:
– No tienes por qué llorar. Escucha…
Y el padre gritó:
– ¡Amigo!

Y el eco resonó: «Amigo… amigo… amigo…».

Luego gritó:
– ¡Te quiero!

Y el eco devolvió: «Te quiero… te quiero… te quiero…».

– ¿Ves? Él te trata como tú le tratas.

Para compartir:
¿Qué quiere decir la última frase del cuento?
¿Sabrías poner un ejemplo que nos puede servir para este día que empezamos?