Mis manos te pueden cuidar II

 

MASAJE DE MANOS  turno 2 para quienes hicieron la semana pasada (quien recibió la semana pasada hoy da)

MODALIDAD Masaje                            Evaluación Hara

MÚSICA   Memorias de África

GUIÓN   Masaje  de manos (recordar las claves del masaje de espalda: MAX 20 feb)

Una persona se sienta y se dispone a acoger el masaje centrándose con la “postura básica”

El compañero apoya su espalda en el respaldo tratando de mantenerla recta, deja caer sus brazos y centra la respiración para acoger mejor el masaje. Cada uno de los que dan el masaje también debe concentrarse y estar atento a su propia respiración, incluso cerrar los ojos el mayor tiempo posible. Coloca tus brazos sobre tus rodillas con las palmas hacia arriba para acoger el masaje y espera tranquilamente.

La otra

El que va a dar el masaje se sienta a su lado y durante 10 seg. se frota las manos hasta que las note calientes. Con las manos ya preparadas, ahora prepara tu interior: el deseo de cuidar a tu compañero, el objetivo de hacerle sentir valioso, querido, de darle tranquilidad…, Puedes entender también que tus manos van a “bendecir” a esta persona, Dios no puede transmitir su bondad y su cariño a las personas si no a través de nuestras manos. Ayuda a tu compañero a vivir todo esto. Cuando te sientas preparado puedes empezar el masaje.

Fases del masaje (hacer un ejemplo rápido de forma que las instrucciones luego se entiendan más fácilmente):

1.- Calentar sus manos. Para ello, pondrás tus palmas sobre las suyas, muy cerca pero apenas rozándolas, que sienta el calor y la cercanía de tus manos. Después de unos segundos pon una de sus manos entre las tuyas y frótala suavemente o tan solo dala calor, luego la otra.

2.- Amasar una mano. Con sus manos ya calientes, comenzar el amasado que consiste en masajear y acariciar suavemente. Con mis dos manos una de mi compañero, comenzando por la muñeca, la palma y cada uno de los dedos. Con cuidado, Luego la otra mano.

3.- Barrer las manos. Le colocáis las manos para que las mantenga boca arriba (puede apoyarlas en la mesa) y deslizáis vuestras palmas rápido del antebrazo a la punta de los dedos varias veces, como si de un barrido se tratara.

4.- Energetizar volvéis a colocar vuestras manos sobre las suyas, cerrando los ojos y  permaneces así deseándole todo lo mejor e incluso ofreciéndote mentalmente a ayudarle para que lo consiga diciendo interiormente, si lo deseas, “cuenta conmigo”. Te vas despidiendo.

No olvides que tienes que mantenerte conectado, en calma y “cargado” de cariño para poder transmitir paz y conectar con la otra persona. Por tanto, necesitarás hacer el ejercicio y recibirlo en silencio y con una respiración consciente.

Anotamos ¿Qué he hecho? ¿Cómo me he sentido? ¿Qué he descubierto?

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Un comentario en “Mis manos te pueden cuidar II

  1. – He percibido a los alumnos relajados, entregados a dar y a recibir el masaje y los cuidados de su compañero.
    – «El alumno que ha dado el masaje se ha sentido bien ayudando a su pareja».
    – «He recibido mucha energía positiva de mi compañero mientras estaba relajado y sintiendo el masaje de mi compañero».

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