En mí hay mucha luz

 

MODALIDAD  Visualización Evaluación Hara

MÚSICA:

CONCIERTO DE ARANJUÉZ – Joaquín Rodrigo

GUION

Nos preparamos para la visualización con la postura básica..

Quiero que imagines ahí arriba, por encima de tu cabeza, una estrella muy bonita que está llena de luz blanca, una luz blanca preciosa, brillante y resplandeciente. Quiero que veas esa luz bajando hacia ti como un suave río hasta que te llegue a la parte más alta de la cabeza. Y ahora, quiero que lleves esa luz pura por dentro de la cabeza y la bajes por todo el cuerpo hasta que te llenes de maravillosa luz blanca.

Siente la luz bajando por tu rostro, tu cuello, por los brazos, hasta el final, hasta que notes que te llega a las manos y que te llena todos los dedos, uno a uno.

Siente esa luz que te baja por el pecho, por la espalda, por el estómago, por la tripa, hasta abajo, y llega a las piernas, y cuando notes que ha llegado, sigue bajándola hasta que alcance los pies, y luego siente la luz que inunda también los dedos de los pies, uno a uno.

Ahora, quiero que mires dentro de tu corazón. Siente como si esa luz te estuviera llenando de cariño. Te hace sentir amado y amada. Notas como sigue llegando a ti la luz y te llenas de amor por la gente. Sientes fuerzas para querer a todos. Sigues acogiendo ese cariño que te llega y te llena desde la cabeza a cada extremo de tu cuerpo y dejas que brote una sonrisa de agradecimiento.

Sientes el deseo de regalar a los demás toda esa luz que te ha llegado, te imaginas tocando a diferentes personas y transmitiéndoles tu sonrisa y esa especie de cariño.

 

 

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Recargamos pilas

MODALIDAD Masaje                    Evaluación Hara

MÚSICA Brian Crain   Dream of Flying

GUIÓN

En esta ocasión vamos a ayudarnos unos a otros a entrar en el silencio, la interioridad, el encuentro con lo más profundo. Lo haremos a través de un sencillo masaje en el pelo. Nos colocamos por parejas, como queramos, uno será el primero en recibir el masaje, permanecerá sentado y el otro se colocará detrás disponiéndose a darlo, pero sin comenzar aún. Si disponemos de tiempo cambiaremos los rolles, si no otro día.

Quien va a recibir el masaje se coloca en la “postura básica” (sep1) para acoger y poder vivir mejor el masaje.

Quien va a dar el masaje observa el ejemplo: este masaje consiste en

“Teclear” con los dedos de ambas manos por toda la cabeza de nuestro compañero. Lo haremos con suavidad, en círculos simétricos del centro hacia delante para volver por los laterales…

“Masajear” acariciando con las yemas de los dedos el cuero cabelludo…

“Masajear” suavemente con los pulgares la zona inferior de la nuca…

Antes de lanzarnos, pensamos un momento lo que vamos a hacer, pensamos en la persona que vamos a cuidar y en qué puede necesitar más. Nuestro objetivo es ayudar a este compañero a sentirse relajado, cuidado, valioso… A través de nuestros dedos vamos a “cargarle las pilas” para todo el día aportándole nuestro cariño y nuestra propia paz. ¿preparados?. Cuando os sintáis preparados, cuando seáis conscientes del valor de lo que se os invita a hacer adelante.

Quien recibe el masaje trata de acogerlo sin pensar en nada, dejándose cuidar y respirando calmadamente.

Anotamos

¿Cómo te has sentido al dar el masaje? Y si te ha tocado recibirlo ¿cómo te has sentido? ¿Hay algo que quieras anotar? ¿Alguna idea para la frase de máxima de hoy?

 

 

 

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Todo va a ir bien

MODALIDAD   Audición       Evaluación Hara

MÚSICA   «Todo va a ir bien«

Postura básica
Piensa en algo que te preocupe, que te inquiete, que te agobie, que te bloquee …
… de tu vida
… de tus estudios
… de tu familia
… de tus amigos
… de la sociedad
… de lo que te rodea
y deja que esta palabra cantada resuene en tu interior.

 

 

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Ánimo, levántate

MODALIDAD  Visualización – contemplación                     Evaluación Hara

MÚSICA  BraveHeart – Love

GUION

Esta vez os invito a profundizar, gracias a una visualización, en un texto del Evangelio. Te resultará familiar, se trata de escucharlo e imaginarnos cada uno la escena a nuestra manera, como si pasáramos por allí. Para ello nos preparamos con la “postura básica” y escuchamos el relato con cuatro breves paradas.

TEXTO

En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente, el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino pidiendo limosna.

(Imagínale, tirado, expulsado de la ciudad, mendigando,  cegado…)

Al oír que era Jesús Nazareno empezó a gritar:
-¡Hijo de David, ten compasión de mí!

Muchos le regañaban para que se callara. Pero él gritaba más:
-¡Hijo de David, ten compasión de mí!

(Imagina su sus gritos, las protestas de la gente…)

Jesús se detuvo y dijo:
-Llamadlo.

Llamaron al ciego diciéndole:
-¡Ánimo! Levántate, que te llama.

Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.

(Imagina ahora su esperanza, el salto, los pasos a ciegas hacia Jesús…)

Jesús le dijo:
-¿Qué quieres que haga por ti?

El ciego le contestó:
-Maestro, que pueda ver.

Jesús le dijo:
-Anda, tu fe te ha curado.
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.

(Repite interiormente el diálogo “¿Qué quieres? Quiero… “  ¿Tú que le pedirías?  Hazlo…
y observa su transformación, ¡puede ver y seguir a Jesús por el camino!

Anotamos

¿Qué “cegueras” pueden paralizarme hoy? ¿Cómo me he imaginado el relato?
Algo que quiera recordar.

 

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Una palabra que nace del alma

MODALIDAD    Relajación pasiva        Evaluación Hara

MÚSICA: Granados. Danza española 2 oriental

GUION  (Herbert Benson)  Instrucciones sencillas para conseguir la relajación:

Sentarse o estirase en silencio en una postura cómoda.

Cerrar los ojos.

Relajar a fondo todos los músculos del cuerpo dejándolos «sueltos», apoyados en la superficie donde nos encontremos, como si tuviéramos la sensación de que esa parte nos pesara más de la cuenta. Iremos transmitiendo esa sensación al cuerpo recorriéndolo poco a poco

Empezar por los pies, pensar que nos están pesando, que se apoyan libremente sobre el suelo, avanzar lenta y progresivamente esta sensación de pesadez con el resto del cuerpo: las piernas, las manos, los brazos, el abdomen (sentir que toda la espalda se apoya relajadamente sobre el respaldo de la silla) y así hasta los músculos de la cara. Mantenerlos relajados.

Respirar por la nariz. Tomar conciencia de la respiración. Al aspirar, decirse a sí mismo la palabra «uno», luego «dos», y así progresivamente. O repitiendo una palabra que se les proponga, por ejemplo “GRACIAS” o una que ellos elijan. Respirar con naturalidad, no profundamente. Acompasar la palabra a la respiración.

Continuar durante unos minutos.

No preocuparse por conseguir un nivel de relajación profunda. Mantener una actitud pasiva y dejar que la relajación se presente según su propio ritmo. Si aparecen pensamientos perturbadores, debe intentar ignorarlos no ocupándose de ellos y volviendo centrándote gracias a la respiración, a la música, la palabra elegida repetida muy lentamente  …. Con la práctica, la respuesta sobrevendrá sin apenas esfuerzo.

Anotamos

¿Qué he hecho? ¿Cómo me he sentido? ¿Qué he aprendido?…
La palabra elegida:

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Junto a mí, junto a ti

MODALIDAD   Visualización     Evaluación Hara

MÚSICA   (BraveHert – Love)

Postura básica sentados. Sentimos nuestra respiración… Sentimos el ligero peso de la lengua dentro de nuestra boca…
Os invito a imaginar que a vuestro lado hay una silla vacía…
Después de un tiempo, llega alguien y se sienta en la silla, a tu lado. Se trata de alguien especial, una persona a la que quieres mucho y que te quiere a ti. Siente el agrado de tener a esa persona cerca y en tu interior. Pensando en esa persona, interiormente repite estas frases.
– Deseo que te vaya bien.
– Deseo que la ilusión te acompañe en el camino.
– Deseo que la paz te habite siempre.
– Gracias por haber llegado a mi vida.

Esa persona se va, deja la silla vacía y te puedes imaginar que llega alguien nuevo. Esta vez es un compañero de clase… se sienta también a tu lado… Imagínate junto a el y dile estas frases:
– Deseo que te vaya bien.
– Deseo que la ilusión te acompañe en el camino.
– Deseo que la paz te habite siempre.
– Gracias por haber llegado a mi vida.

Este compañero también se aleja y ahora llega otra persona, se sienta a tu lado. Esta vez se trata de alguien que te cuesta más. Una persona con la que tienes dificultades de relación. Piensa quien puede ser… Está a tu lado en la silla. Te invito a que le digas las siguientes frases:

– Deseo que te vaya bien.
– Deseo que la ilusión te acompañe en el camino.
– Deseo que la paz te habite siempre.
– Gracias por haber llegado a mi vida.

Por fin se retira también esta persona. Te quedas solo y sigues unos segundos en silencio, sintiendo tu respiración. Agradeciendo el momento.
Finalizamos.

Compartimos:  ¿Cómo me he sentido con la visualización?

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Abiertos a la sorpresa

MODALIDAD   Visualización                          Evaluación Hara

MÚSICA  Avatar

GUIÓN

Visualización del objeto (para conectar con el proyecto de vida)

Imagina un gran desierto. Visualiza el color de la arena. El brillo de sus cristales diminutos. Contempla la altura de las dunas, la lejanía del horizonte. (Pausa)

Busca una duna que te guste y siéntate en ella. Siente la suavidad de la arena y deja que la brisa te acaricie. (Pausa)

Observa el cielo, está amaneciendo y desde tu posición en la duna recibes los suaves rayos del sol que te limpian y te llenan de calma. (Pausa)

Ahora introduce la mano dentro de la duna. Sientes el frescor de la arena. (Pausa)
Encuentras algo, un objeto, imagínate que es, lo coges y lo contemplas. (Pausa)

Sigues contemplando el objeto, que el desierto te ha regalado, observa el material del que está hecho, color, forma. Descubre para qué sirve. (Pausa)

Con sumo cuidado y agradecimiento colocas el objeto dentro de la duna. (Pausa)

Observas el cielo, el sol se está poniendo. El color rojo del horizonte se despide de ti. Sales del desierto y vuelves a esta sala. (Pausa)

Anotamos

Brevemente algo de lo que has vivido en este desierto. Pon el objeto visualizado y su utilidad. Reflexiona sobre la información que te proporciona el objeto.

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La paz interior nos hace hermanos

MODALIDAD  Visualización playa + unidos                  Evaluación Hara

MÚSICA  Angels (Enya)

GUION

Estoy sentado con los ojos cerrados…
Me voy alejando de  los ruidos y preocupaciones, comienzo a visualizarme con todo tipo de detalles descendiendo por un camino que desemboca en la playa…
Me veo recorriendo el camino… hace un día cálido, el sol me calienta y la sensación es agradable…
Siento como los pies se hunden levemente en la arena caliente y me gusta, es una sensación agradable, muy agradable…
Veo el azul del cielo… tengo la sensación de estar rodeado de azul un azul que me relaja y me llena, me invade y me sosiega…
Percibo los olores salobres del mar, de la arena, escucho el sonido del viento al filtrarse entre las hojas de unos árboles cercanos…
Me tumbo en la arena caliente y me relaja, los granos de arena comunican su calor a mi espalda y disuelven la tensión como un azucarillo se disuelve en agua caliente…
Junto a mí, tumbados en la arena, a lo largo de la playa, siento a todos mis compañeros de clase. Están disfrutando del mismo sol, del mismo aroma, de la misma brisa…
El mismo sonido del viento entre las hojas nos relaja… El mismo sol, nos hace a todos iguales, nos sentimos cercanos, nos sentimos humanos, nos sentimos hermanos…
Me permito permanecer en este estado unos momentos, sintiendo la conexión y la calma compartidas y me preparo para abandonar el ejercicio…
Regreso a la clase, y tomo conciencia del estado de relajación en que me encuentro, cerca de mi otros compañeros han vivido algo parecido, nos miramos y sonreímos.
Volvemos al jaleo y la rutina del día, pero sabemos que hay algo que nos conecta, que en nosotros hay una paz que nos hace iguales, nos hace a todos hermanos.

Anotamos

¿Te has sentido conectado a tus compañeros?
¿Algo que has descubierto?
¿Qué piensas de que todos somos iguales, hermanos, bajo un mismo sol?
(alusión a la “semana de la paz”, este sería el fundamento de la paz, todos conectados, todos humanos/hermanos)

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INHALAR LUZ + EXALAR PREOCUPACIÓN

 

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Ohm / «Señor, gracias»

MODALIDAD Mantra                 Evaluación Hara

MÚSICA  Pavana

GUION

LOS MANTRAS, UN CAMINO HACIA EL INTERIOR.
Las religiones orientales, como el hinduismo y el budismo, utilizan numerosas técnicas que ayudan a las personas a entrar dentro de ellas mismas. Una de estas técnicas son los MANTRA.
La palabra Mantra significa en sánscrito “liberación de la mente”. El mantra es, pues, un instrumento para liberar la mente del movimiento constante de pensamientos que la confunden. Un mantra consiste en una sílaba, una palabra, una frase o un texto largo que, al ser recitado y repetido varias veces, va llevando a la persona a un estado de profunda concentración.
Por ejemplo, en el budismo tibetano, el mantra “om mani padme hum” se utiliza para pedir ser más bueno y compasivo. O sencillamente su palabra sagrada: “OHM”.  ¿Quieres probar?
Vamos a experimentar cómo también nosotros podemos servirnos del método de los mantras para entrar dentro de nosotros, en nuestro templo interior, y, desde aquí, encontrarnos con nosotros, con la calma y dirigirnos a Jesús con la frase “Señor, gracias” u otra palabra o frase, que tu quieras: «gracias», «ohm»,…

(Postura básica)
-Siéntate cómodamente en el pupitre y apoya bien la espalda en el respaldo de la silla… Apoya las manos sobre tus rodillas y relaja poco a poco tus músculos. Cierra los ojos y mantén erguida la cabeza.
– Nota, como has hecho en otros momentos, que tu respiración se va haciendo más acompasada. Concéntrate en el aire que entra y sale por tu nariz. Descubre cómo ese aire es la vida que va alimentando tu cuerpo cada vez.
– Ahora, sin abrir los ojos, vas a repetir con voz muy tenue la frase “Señor, gracias”. (o la palabra o frase que tú elijas). La repito muy despacio, varias veces. Me concentro en esta frase. Imagina que en una fuerte tormenta, corres a guarecerte en un refugio caliente y acogedor. ¡Qué bien se está aquí!
– Continúa repitiendo esta misma frase; pero ahora lo vas a hacer sin pronunciar ningún sonido. Acompásala a tu respiración. Cuando inspires repites en tu interior: “Señor”; cuando inspires continúas “gracias”. Hazlo muy despacio y repítelo unos minutos. Si te distraes vuelve a visualizar con calma este refugio en medio de la tormenta.

Ahora, despacio, abrimos los ojos y evaluamos la experiencia comentando cómo nos hemos sentido.

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