Nos sentamos cómodamente en la silla, apoyamos los pies en el suelo, las manos sobre las piernas y la cabeza erguida, como si un globo que flotara sobre ella, tirase de la cabeza suavemente hacia arriba.
¿Estás listo?
Inspira suavemente para que el aire llegue hasta el vientre. Inspira, 1, 2, 3, 4, lentamente suelta en 1, 2, 3, 4.
Coge aire otra vez en 1, 2, 3, 4, y suelta 1, 2, 3 ,4.
Ahora cierra los ojos con suavidad, inspira profundamente y suelta el aire poco a poco.
Hemos empezado ya el nuevo curso. Algunos de nosotros hemos conocido a los nuevos profesores, nuevos compañeros, una nueva clase… otros continuamos con nuestros amigos de clase…
Sentimos, como cada año, que no estamos solos. Nos sentimos acompañados.
Nuestro ángel, que nos cuida, está a nuestro lado. Nos da mucha paz sentir que nos acompaña y sabemos que todo el curso va a estar a nuestro lado, ayudándonos, protegiéndonos…
Ahora escuchamos esta música, la sentimos, la respiramos… notamos la presencia de nuestro ángel.
(Se deja la música un ratito. En los cursos más bajos menos rato y los mayores pueden estar más rato escuchándola y en silencio).
https://www.youtube.com/watch?v=Yi0tKEtRE3Q
Respiramos profundamente varias veces y poco a poco abrimos los ojos.
Compartimos:
Compartimos con el resto de nuestros compañeros cómo nos hemos sentido.