Una anciana se subió a un autobús y tomó asiento. En la siguiente parada, una mujer joven, fuerte y gruñona, subió y se sentó bruscamente junto a la anciana, golpeándola con sus numerosas bolsas.
Al ver que la anciana se mantenía en silencio la joven le preguntó por qué no se había quejado cuando la golpeó con sus bolsas.
La anciana respondió con una sonrisa:
«No es necesario ser mal educada o discutir por algo tan insignificante, ya que mi viaje a tu lado es muy corto porque me bajaré en la próxima parada…»
El viaje de nuestra vida ahora nos parece largo, pero es corto.
Vamos a apreciar a amigos y familiares.
Seamos amables, pidamos perdón
Demos las gracias y vivamos con alegría.
Que tengas un viaje agradable por este mundo y que tus sueños se cumplan
Que disfrutes con quien te toca viajar.
Sonríe a la vida… porque «¡El viaje es muy corto..!»