
VISUALIZACIÓN
Hoy, como cada jueves, nos toca hacer una máxima un poco más especial.
¿Estás listo?
(Música de ambientación)
Antes de comenzar, siéntate en la postura HARA:
– Espalda recta, bien apoyada en el respaldo de la silla.
– Pies en contacto con el suelo.
– Manos sobre la mesa o sobre los muslos, como prefieras.
– Cabeza recta, como si un hilo invisible tirara de ella.
Cierra los ojos. Coge aire y suéltalo despacio.
Repítelo las veces que necesites hasta que notes que estás tranquilizándote y concentrándote en el aquí y el ahora.
Hoy te invito a hacer un viaje.
(Pausa)
Vas a viajar a un lugar que sea especial para ti, un lugar en el que te sientas libre, un lugar en el que poder relajarte, tranquilizarte y ser tú mismo.
(Pausa)
Puede ser un espacio interior o puede ser un espacio abierto, parte de la naturaleza,…
La única condición es que sea un lugar en el que te sientas con libertad para hacer lo que te dice tu corazón.
Una vez que lo hayas escogido, comienza a imaginarlo.
(Pausa)
Fíjate en todo lo que te rodea: en los sonidos de ese lugar, en sus colores y formas, en sus olores,…
(Pausa)
Hoy estás solo y puedes disfrutarlo aún más, al detalle.
(Pausa)
Siempre que visitas ese sitio, te calmas, paras y miras aquello que más brilla en ti.
(Pausa)
Ese sitio te descubre aquello que te hace grande.
Esa cualidad que solamente tú tienes.
Aquello que te hace único y especial.
Piensa en ello. ¿De qué se trata?
(Pausa)
Pon nombre a aquello que crees que te hace diferente a los demás y disfruta de ello.
(Pausa)
Da gracias por poder tener ese don, ese rasgo que te diferencia de los demás, esa luz por la que la gente te quiere y valora.
Disfruta de la sensación. Disfruta del lugar.
(Pausa)
Te invito a que, poco a poco, te despidas de ese lugar, fijándote en cada uno de los detalles y rincones que te rodean.
Sin prisa, regresa a la realidad de la clase.
Mantén tus ojos cerrados y comienza a estirar los dedos de las manos, los dedos de los pies, los brazos, los tobillos, las piernas, tu espalda, el cuello y la cabeza.
Estira aquella zona de tu cuerpo que necesites estirar en este momento.
Finalmente, coge aire y suéltalo una vez más.
Cuando estés listo, abre los ojos de nuevo para comenzar este nuevo día lleno de oportunidades.
Para compartir:
¿Cómo me he sentido?
Doy gracias por aquello que me hace único y especial… y lo comparto, si lo deseo, con los demás