En 2012 la Asamblea General de la ONU proclamó el día 1 de junio como Día Mundial de las Madres y de los Padres, queriendo así reconocer su labor y honrar su trabajo en todo el mundo.
Sin el apoyo de los padres, la salud, la educación y el bienestar emocional de los niños están en riesgo.
Las familias han sufrido de forma muy fuerte la pandemia de COVID-19 y necesitan todo el apoyo de políticas y prácticas laborales adecuadas.