Todos somos muy valiosos

En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola:
Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano. El fariseo, erguido, oraba así en su interior:
– «¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo».
El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo:
– «¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador».             
              (Lucas 18)

En el evangelio de este domingo próximo Jesús nos cuenta una parábola para hacernos pensar…
Jesús habla a las personas que se creen muy buenas y desprecian a los demás.
Seguro que alguna vez nos ha pasado eso a nosotros.
Por eso hoy tenemos una llamada: darnos cuenta de que cada uno de nosotros somos muy valiosos. Tenemos cualidades diferentes, formas de ser distintas, pero una misma dignidad. Somos hijos de Dios y hermanos.

!Hoy nos proponemos valorar mucho a todos nuestros compañeros y compañeras!

Vemos esta parábola en un vídeo de viñetas, de una familia chilena que ahora vive en Asturias, Valeria e Iván (Valivan). Sus vídeos son la manera de contarnos el mensaje de Jesús

 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.