Como una gran familia

Érase una vez una familia… ¡nocturna!.
Sí, sí,… como lo oyes. Una familia que dormía de día y vivía de noche, te los vamos a presentar:
– Gary, el padre, que trabaja los fines de semana de guardia jurado en una fábrica.
– Susy, la madre, que enseña a los niños en casa a leer cada noche.
– Y aquí están los hijos: Felipe de 10 años, Cornelia de 8 años y Violeta de 1 año.

Ya te puedes imaginar que los vecinos están hartos de ruidos, olores a comida a altas horas de la noche, las duchas, los gritos y carreras de los niños y los llantos del bebé…
Pero ¿cuál es el secreto de esta familia? ¿Por qué duermen de día y viven de noche?
– ¿Les darán miedo las demás personas?
– ¿Estarán enfermos?
No creemos que les den miedo las demás personas… ¡si no se asustan de ellos mismos!
No creemos que estén enfermos… ¡si nunca van al médico!
Un momento, un momento: ¿nunca van al médico?
¡No puede ser! ¿Hay algún médico en el vecindario?

– “Yo soy médico. A ver. ¿Qué está pasando aquí?”. El médico revisa a la familia nocturna…
Atención todos: es un caso claro de fotofobia.
¿Qué?
– “La luz les quema los ojos”.

Los vecinos dicen: “¿Qué hacemos ahora?”

– “Esta familia necesita ayuda”, -dice el médico-. “¿No sois una gran familia? ¿No lleváis veinte años viviendo en el mismo bloque? ¿No os habéis ayudado nunca?”

Una vecina dice: “A mí, la mamá, Susy, me ayuda cosiendo la ropa para mi bebé”
Y un vecino: “A mí, el hijo, Felipe, me arregló una noche la bici de mi hijo que se había roto.
Y otra vecina: “A mí, el padre, Gary, me vigiló el coche una noche que se me rompió el cristal”.

Entonces –dijo el médico-, ¿estáis dispuestos ayudarlos como en una gran familia?

Entre todos los vecinos han comprado una gafas especiales para cada uno de la familia.
Un domingo hicieron una gran fiesta para celebrarlo. Fue la primera vez que la familia nocturna estaba despierta por la mañana.
Las madres y padres prepararon ricas tortillas, ensaladas y tartas de chocolate.
Los niños le enseñaban a Felipe y Cornelia los libros que usaban en el colegio.
Violeta llevaba las gafitas especiales atadas con una cuerdita.
Bailaron, rieron y comieron hasta que se hizo de noche, luego se fueron todos a sus casas. Por primera vez, no se oía nada en el bloque.
¡¡Todo el mundo dormía, como una gran familia!!