La apariencia suele ser en lo que más nos fijamos la mayoría de las veces.
Pero si nos paramos de verdad a mirar con los ojos abiertos y nos dejamos guiar por el corazón, seguramente nos haremos mucho bien a nosotros mismos y a los demás.
La apariencia suele ser en lo que más nos fijamos la mayoría de las veces.
Pero si nos paramos de verdad a mirar con los ojos abiertos y nos dejamos guiar por el corazón, seguramente nos haremos mucho bien a nosotros mismos y a los demás.