Resucitó en primavera

Hablamos con Dios en primavera,
junto al río saltarín,
¡cuánto anima y cuánto alegra!

Padre Dios:
¿Es cierto que en cada primavera creas,
de nuevo, la naturaleza?
¿Es cierto que en todas las primaveras
te estuviste entrenando
para resucitar a Jesús en primavera?

Padre Dios:
¿Es cierto que inventaste la primavera
para que todos aprendiéramos a tener esperanza,
y aunque viésemos los árboles como muertos,
supiésemos que las hojas y las frutas volverían a nacer?

Padre Dios:
Eres especialmente genial en primavera:
porque es toda la naturaleza la que revive,
la que se siente llena de fuerza
y es capaz de contagiarnos su alegría.

Padre Dios:
Gracias por todas las primaveras que ya he vivido.
Ayúdame a vivir lo que falta de esta primavera
cayendo en la cuenta de todo lo que pasa a mi alrededor.
Y ayúdame a sentir cómo tú estás en la vida de todos los seres.
Y ayúdame a alegrar,
con toda esa vida mi propia vida.

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