Cada uno es un regalo

Estamos comenzando el mes de octubre y ya llevamos unas semanas de clase.
Hoy vamos a tener un momento para pensar con cariño en cada uno de nuestros compañeros.
Vamos pasando por nuestra mente y nuestro corazón a cada una y cada uno, a aquellos con los que me relaciono más y a aquellos con los que hablo menos. También a los que pueden estar pasando un momento más difícil o tienen menos amigos…

Dejamos 2 o 3 min en silencio para ello.
Si queréis podéis cerrar los ojos y pensar en cada uno… si no mirar a los compañeros en silencio y sin hacer ningún gesto que nos distraiga.

Ahora hacemos juntos, despacio, esta ORACIÓN:

Padre Bueno,
te doy gracias por cada uno de mis compañeros de clase.
Cada uno de ellos es un regalo para mí,
en cada uno de ellos Tú, Señor, te acercas a mi vida.

Enséñame a quererles a todos
no porque me caigan bien o tengan mis mismos gustos,
sino porque son Hijos tuyos, como yo,
y a todos nos has reunido en esta clase.

Dame tu mirada para verles con cariño,
dame tus manos para ayudarles,
dame una sonrisa para divertirles,
y sobre todo, Padre, dame tu corazón,
para quererles hoy y siempre. Amén