Mi Hijo amado

«Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan y se los llevó aparte a una montaña alta.
Se transfiguró delante de ellos y su rostro resplandecía como el sol y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.
Una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz desde la nube decía:
Éste es mi Hijo amado. Escuchadlo”. (Mt 17)

Gracias por cuidarme

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Nos sentamos en una postura cómoda, con la espalda recta.

Inspira suavemente para que el aire llegue hasta el vientre.

Inspira, 1, 2, 3 4 y lentamente suelta, en 1, 2, 3, 4.
Coge aire otra vez en 1, 2, 3, 4 y suelta 1, 2 ,3 ,4.

Ahora cierra los ojos con suavidad, inspira profundamente y suelta el aire poco a poco.
Imagina una luz blanca, intensa y resplandeciente por encima de tu cabeza.
Esta luz va a recorrer tu cuerpo.
La luz baja hacia ti, recorre tu cabeza, baja por tus brazos, tu tronco, sigue por tus piernas, hasta que llegue hasta los dedos de los pies.

(Dejamos tiempo)

Ahora la luz vuelve a subir y se para en tu corazón.
De tu corazón se irradia una luz blanca e intensa.
Ponemos la mano izquierda en nuestro corazón y la derecha encima.

Con esta energía, nos mantenemos en reposo, sintiendo, y respirando.
Inspira, 1, 2, 3 4, lentamente suelta  en 1, 2, 3, 4.
Damos gracias por nuestra familia y las personas que nos cuidan y protegen.
Visualizamos a cada una de ellas y decimos en nuestro interior:

“Gracias por quererme y cuidarme”.

(Dejamos tiempo para que los niños visualicen y den gracias en silencio mientras escuchan la música.)

Ahora quitamos las manos del corazón, inspira 1, 2, 3, 4 y lentamente suelta 1, 2, 3, 4.
Haz una inspiración profunda y, a tu ritmo y sin prisas, abre los ojos.

Compartimos con los niños:
¿Cómo me he sentido?
¿Por qué he dado gracias?

Cuenta conmigo

¿Qué significa que alguien te diga: «cuenta conmigo»?
¿Cuántas personas te lo han dicho alguna vez?
¿Y cuántas te lo han demostrado?

Colaborar y cooperar con el resto pasa por hacernos presentes y acompañar de forma incondicional; en lo fácil y en lo difícil, en lo sencillo y en lo complicado, en lo que me gusta del otro, pero también en lo que me gusta menos.
Vamos a escuchar la canción de Río Roma: “Cuenta Conmigo”.

Después, quien desee, puede compartir una frase que le haya gustado más.

Y una propuesta para hoy: si notas que algún compañero necesita ayuda, acércate y dile que “puede contar contigo».