En el evangelio de este domingo (Mateo 20) Jesús cuenta una parábola sobre el dueño de una viña que contrata trabajadores para recoger la uva. En este mes de septiembre es algo muy habitual en nuestros campos. Muchos de los que recogen la uva son migrantes. Han venido de otros países para ganarse la vida.
Jesús dijo a sus discípulos esta parábola:
«El Reino de los Cielos se parece a un propietario que al amanecer salió a contratar jornaleros para su viña. Después de ajustarse con ellos en un denario por jornada, los mandó a la viña. Salió otra vez a media mañana, vio a otros que estaban en la plaza sin trabajo, y les dijo:
«Id también vosotros a mi viña, y os pagaré lo debido».
Ellos fueron. Salió de nuevo hacia mediodía y a media tarde e hizo lo mismo. Salió al caer la tarde y encontró a otros, parados, y les dijo:
«¿Cómo es que estáis aquí el día entero sin trabajar?»
Le respondieron: «Nadie nos ha contratado»
Él les dijo: «Id también vosotros a mi viña».»
El último domingo de septiembre es la Jornada Mundial del Migrante y Refugiado.
Este año el lema es: “Libres de elegir si migrar o quedarse”.
Hacemos despacio esta Oración del papa Francisco por los migrantes y refugiados:
Jesús:
que llevemos esperanza,
para que donde haya oscuridad pongamos tu luz,
y donde haya tristeza pongamos tu alegría.
Jesús:
que aprendamos de ti a ser justos,
para que nadie se sienta excluido entre nosotros
y aprendamos a vivir como hermanos.
Jesús:
que no seamos egoístas sino generosos.
que sepamos acoger al que es diferente
en especial a las personas que deben dejar su país
para buscar una vida mejor.
Jesús:
que seamos acogedores
con los migrantes y los refugiados
y aprendamos lo bonito que es
vivir como hermanos y hermanas. Amén.