Este lunes, a través de un sencillo cuento, vamos a recordar unas palabras mágicas…
Estas palabras mágicas las conocen todas las personas del mundo, pero a algunas se les olvida decirlas, usarlas, vivir de acuerdo con ellas…
Por eso hoy queremos recordarlas!!
La caja llena de letras
El abuelo de Daniel es muy aventurero y este año le ha enviado desde un país sin nombre, por su cumpleaños, un regalo muy extraño: una caja llena de letras brillantes.
En una carta, su abuelo le dice que esas letras forman palabras amables que, si las regalas a los demás, pueden conseguir que las personas hagan muchas cosas: hacer reír al que está triste, llorar de alegría, entender cuando no entendemos, abrir el corazón a los demás, enseñarnos a escuchar sin hablar.
Daniel juega muy contento en su habitación, monta y desmonta palabras sin cesar.
Hay veces que las letras se unen solas para formar palabras fantásticas, imaginarias, y es que Daniel es mágico, es un mago de las palabras.
Lleva unos días preparando un regalo muy especial para aquellos que más quiere.
Es muy divertido ver la cara de mamá cuando descubre por la mañana un “buenos días, preciosa” debajo de la almohada; o cuando papá encuentra en su coche un “te quiero” de color azul.
Sus palabras son amables y bonitas, cortas, largas, que suenan bien y hacen sentir bien:
Gracias
Te quiero
Buenos días
Por favor
Lo siento
Me gustas
Daniel sabe que las palabras son poderosas y a él le gusta jugar con ellas y ver la cara de felicidad de la gente cuando las oye.
Sabe bien que las palabras amables son mágicas, son como llaves que te abren la puerta de los demás.
Porque si tú eres amable, todo es amable contigo.
Y Daniel te pregunta hoy:
¿Quieres intentarlo tú y ser un mago de las palabras amables?
Intenta hoy ser amable con los que te rodean, aquí y en casa, en la calle y en el patio…
Usa las palabras mágicas y verás…