Un hombre paseaba por la calle cuando, al girar la esquina, descubrió a una niña pidiendo limosna en el suelo.
La pequeña iba sucia, parecía hambrienta y no paraba de tiritar.
Se aferraba a una vieja manta para entrar en calor.
Aquel hombre, al ver la escena exclamó:
– Señor, ¿cómo permites estas cosas?
¿Por qué no haces nada para ayudar a esa niña?
En cuanto giró la esquina escuchó una voz:
– Claro que he hecho algo: te he hecho a ti.
Para compartir:
¿Qué quiere decir Dios a ese hombre?
¿Qué puede decirte a ti hoy?