Yo soy la luz del mundo

Al pasar, Jesús vio a un hombre ciego de nacimiento.
Jesús dijo:
– Mientras estoy en el mundo, soy la luz del mundo.
Dicho esto, escupió en la tierra, hizo barro con la saliva, se lo untó en los ojos al ciego, y le dijo:
– Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que significa Enviado).
Él fue, se lavó, y volvió con vista. (Jn 9)

 

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